Cuando el arte juega con la muerte de animales...(gracias innerpendejo)

Para rodar algunas escenas de la película Holocausto Canibal (1980) se acabó con varios animales: una rata fue rajada por el vientre, una tortuga fue capturada, sacrificada y después cocinada, una araña fue matada con un machete, una serpiente fue cortada por la mitad, dos monos fueron decapitados y un cerdo fue asesinado con un rifle. El director, Ruggero Deodato, fue arrestado por la justicia italiana, pues algunos creyeron que las escenas en las que se simulaba la muerte de varios actores eran reales. Por el sacrificio de los animales no se presentaron cargos.En el 2000, durante una exhibición de arte celebrada en el Museo de Arte Trapholt, ubicado en el municipio de Kolding (Dinamarca), el artista danes de origen chileno Marco Evaristti coloco diez batidoras Moulinex llenas de agua con carpínes dorados dentro. Invitaba a los visitantes a poner en marcha las batidoras para enfrentarlos a un dilema ético: matar o no matar. Dos de los visitantes lo hicieron, acabando con varios peces. Por ello, la policía danesa multo al director del museo, Peter Mayer. Como este se negó a pagar la multa, fue llevado a juicio. Allí dijo: “Es una cuestión de principios. Un artista tiene derecho a crear obras que desafíen nuestro concepto de lo que esta bien y lo que está mal”. Fue absuelto, pues el juez considero que no existió crueldad con los peces en tanto que estos murieron instantáneamente.La artista Nathalia Edenmont, de origen ucraniano y afincada en Suecia, solía matar y mutilar animales para sus fotografías: gatos, ratones, conejos… Tuvo sus dias de gloria en el 2003, llegando a exhibir en las principales capitales de Occidente. Según explicaba ella misma, procuraba no tardar mas de 15 minutos entre el sacrificio y la instantánea para que a los animales no se les apagara el brillo de las pupilas.En el 2006, Jordi Benito exhibió en una exposición del Museo Reina Sofía de Madrid, titulada El arte sucede, una cinta que muestra el sacrificio de una vaca. En dicho vídeo, realizado en los años ochenta, se ve cómo clavaron puñales en el cuello al animal, mientras seguía vivo, para llenar copas de sangre. Después le cortaron la cabeza y lo despellejaron.En 2007, el costarricense Guillermo Vargas Habacuc presentó en la Galería Códice de Managua (Nicaragua) a Natividad: un esquelético perro callejero que estaba atado a la pared mediante una correa. Detrás del animal figuraba el lema “Eres lo que lees”, escrito con comida para perros. El artista anunció que lo iba a dejar morir de hambre, entre otras cosas para denunciar la situación de los miles de canes famélicos que vagan por las calles de su país. Pero Natividad no murió, pues era alimentado por la noche por uno de los guardias del museo. No obstante, muchos medios de comunicación dieron por hecho que asi fue, armándose una gran revuelo en la opinión publica.