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Universidad de Yale debe regresar objetos de Machu Picchu a indígenas de Cusco: congresista María Sumire ...gracias a http://peruanista.blogspot.com/

Un indígena quechua frente a la ciudadela sagrada de Machu Picchu. Foto Reuters, abril 2010.

El gobierno de Perú ha retomado su reclamo contra la Universidad de Yale (Estados Unidos), demandando judicialmente que devuelva la colección de objetos históricos de la ciudadela quechua de Machu Picchu, las que el cazador de fortunas Hiram Bingham III se llevó a EE.UU. a comienzos del siglo pasado.
Esta vez el presidente Alan García y otras autoridades de su gobierno han declarado públicamente que ha llegado el tiempo de hacer una campaña nacional para reclamar que la colección que consideran es patrimonio nacional de Perú, sea devuelta completamente por los estadounidenses.

No debe quedar duda que la colección de Machu Picchu en manos hoy del Museo Peabody de la Universidad de Yale debe ser devuelta a Perú. Sin embargo tanto la Universidad de Yale pero sobretodo el Estado peruano no toman en cuenta -como en casi todos los temas indígenas- la propiedad intelectual e histórica de esa colección.

ENTREVISTA: La congresista quechua María Sumire dice que Machu Picchu fue preservado gracias a la vigilancia de los pueblos originarios, y que los objetos de la colección de Yale serán preservados por los Quechua de Perú, porque es el legado de nuestros abuelos indígenas.


Ni ruina ni  centro arqueológico


Machu Picchu no es una ruina, ni es un centro arqueológico. No es simplemente el centro turístico más importante de Perú. Machu Picchu es una ciudadela de un pueblo vivo y de una cultura indígena viva. No es un sitio de culturas muertas.

Machu Picchu es un centro histórico de los pueblos indígenas de los Andes, es un centro religioso, ceremonial, espiritual y arquitectónico construido para la nobleza religiosa y política de los Quechua, la etnia que desarrollo la civilización del Tawantinsuyu (mal llamada civilización Inca). Los Incas eran los líderes del imperio quechua.

El legado histórico indígena no es una colección de objetos solamente, es la herencia de nuestros ancestros y es parte del complejo histórico de Machu Picchu. De acuerdo a la cosmovisión andina, los objetos de Machu Picchu deben regresar a Cusco, como insiste la abogada y congresista María Sumire, una reconocida líder indígena quechua de Cusco.

Saqueo

 Hiram Bingham III no descubrió Machu Picchu. El cazafortunas hizo pública su existencia ante el mundo euro-céntrico. Por siglos, los pueblos indígenas sabían de su existencia pero protegieron la ciudadela en silencio, para evitar el saqueo de los hispanos. El historiador y luego senador Bingham llegó a Perú con conocimiento de la existencia de Machu Picchu, apoyado con el financiamiento de la Universidad de Yale pero sobretodo del National Geographic Society, esa agrupación de adinerados y sofisticados huaqueros estadounidenses.

Hiram Bingham III saqueó Machu Picchu por cinco años, con la venia de los gobiernos criollos de Augusto Leguía y Guillermo Billinghurst. A los peruanos de Lima de entonces como hoy, no les importaba el legado indígena. Se calcula que Bingham encontró y se llevó cientos de momias, joyas, ceramios, textiles y objetos únicos. Como buen huaquero, Bingham niega en su libro “The Lost City of the Incas” que haya encontrado ningún objeto histórico. En algunas fuentes se citan sublevaciones en Mollendo (puerto usado para el saqueo), Puno y Arequipa, contra el saqueo.

Es necesario que la Universidad de Yale devuelva todos los objetos "prestados", que en realidad fueron saqueados. Sin embargo, el gobierno de Perú debe reconocer la inversión y esfuerzo científico valioso que Yale ha realizado en el estudio de las piezas Quechua, que de otra forma podrían haber terminado en manos de los contrabandistas y estarían hoy en alguna biblioteca o salón de adinerados de Lima, New York o Madrid. Por lo tanto, Yale tiene una autoridad parcial en la decisión final del destino y conservación de esa colección.

No es del gobierno peruano

Es importante y urgente que en Perú se respete el hecho innegable que los objetos saqueados de Machu Picchu no pertenecen al gobierno de turno de Perú, sino al Estado peruano y a todos los peruanos, pero principalmente a los pueblos indígenas de Cusco.

Penosamente, no se puede confiar en el gobierno actual de Perú, que es posiblemente uno de los más corruptos en la historia nacional. En este caso la Universidad de Yale debe tener precaución y cautela en no devolver los objetos de Machu Picchu a la administración del presidente Alan García, quien ha creado un euro-céntrico Ministerio de Cultura destinado al negociado comercial del patrimonio histórico peruano, antes que la preservación e investigación del mismo.

El legado histórico nativo americano de Perú –sobretodo de Cusco- es utilizado por las elites de Lima y del extranjero, como objetos de enriquecimiento y explotación comercial. La mayoría de peruanos por ejemplo, no tienen posibilidades de visitar Machu Picchu debido a las prácticas discriminatorias de precios y medios de transporte, incluyendo el único ferrocarril que está en manos de una empresa británica.

Para que el gobierno de Perú tenga éxito en su reclamo ante Yale, debe demostrar que tiene la intención de conservar y proteger la colección de Machu Picchu. Los funcionarios peruanos jamás han hablado del legado indígena ni del significado histórico de esas piezas. Al contrario, solamente hablan de turismo, museos y ganancias económicas.

A más de medio año de las torrenciales lluvias en la región Cusco, la mayoría de pueblos indígenas afectados siguen viviendo en casas destruidas y carreteras peligrosas. Las lluvias recientes han agravado esta situación. La mayoría de cusqueños no tienen acceso a la riqueza que genera la industria del turismo, que es la principal fuente de visitantes extranjeros a Perú. Como consecuencia, la ciudad de Cusco es una de las más pobres del país.

Este patrón de discriminación racial y económica se repetirá si Yale devuelve la colección de Machu Picchu al actual gobierno de Perú, sin una supervisión técnica y académica necesaria y multisectorial. Al final, es necesario que los líderes de las comunidades quechua de Cusco, participen junto a las autoridades del gobierno de Perú en la decisión sobre el destino final de esta colección.

Museo indígena y lecciones históricas

Idealmente, esta colección debería ser conservada en un museo de culturas indígenas en la ciudad de Cusco o en Machu Picchu Pueblo (Aguas Calientes). La congresista María Sumire dice que los peruanos de hoy son los dueños de Machu Picchu, por lo tanto no deberían pagar ingreso a la ciudadela sagrada.

Un futuro museo debería también ser de acceso para todos los peruanos, para que aprendamos a valorar nuestra herencia indígena, no como culturas muertas del pasado sino como el legado vivo que hemos recibido de nuestros abuelos, gente sabía que construyó ciudadelas como la de Machu Picchu, una de las pocas que sobrevivieron al saqueo de cazadores de fortunas.

Lo que sí tenemos que recordar los peruanos, es que la mayoría de piezas históricas de Machu Picchu no las tiene Yale. El saqueo que Hiram Bingham realizó en la ciudadela quechua, debe haber logrado un tesoro enorme que debe estar repartido hoy en colecciones privadas en todo el mundo. Esta es otra lección que tenemos que recordar bien, si permitimos que sigan saqueando nuestras riquezas, los que antes se auto llamaban conquistadores, luego exploradores, hoy inversionistas privados.

1 comentario

Yanamaru -

El huaquero de Hiram Bingham no descubrió Machu Picchu... fue el cuzqueno Agustín Lizárraga, 10 años antes, y lo que se llevó en realidad es un conjunto de muchas piezas, las cuales solo un 15% serían para exhibición en un museo de sitio, que bastante falta hace en Machu Picchu, como lo hay en las Tumbas Reales de Sipán.

Fuerza entonces, a recuperar nuestro patrimonio histórico.