Blogia
SUPAY-666

¿Cómo reaccionará el mundo ante el nuevo desafío de Israel?...(gracias a http://blogs.20minutos.es/enguerra/)

El nuevo gobierno de Israel, al frente del cual está Bibi Netanyahu, se estrena con mal pie. Su ministro de Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, ha anunciado que harán caso omiso de la conferencia de Annapolis, impulsada por Bush en noviembre de 2007 para la creación de un Estado palestino.

En el editorial de hoy de Haaretz se lee:

Cualquiera que esperase que ser ministro iba a refinar las formas de Avigdor Lieberman, habrá comprobado ya su error. En su discurso de asunción del miércoles, Lieberman se cargó todos los procesos de paz que Israel ha conducido con sus vecinos durante décadas.

Las palabras de Lieberman también terminan con los importantes progresos que se habían hecho con Siria, quizás el único legado positivo del gobierno de Ehud Olmert.

Cargarse a Siria e Irán

Recientemente, Seymour M. Hersh publicaba en The New Yorker un reportaje en el que describía el acercamiento de Washington a Damasco con la intención de sacarlo de la órbita de Teherán, y la respuesta positiva del presidente sirio Bachar al Assad. Como parte de la negociación se suponía que Israel debía devolver de forma gradual los Altos del Golán conquistados en 1967.

Lieberman también ha dicho que de eso nada, que la estrategia con Siria no será de “paz por territorios”, sino de “paz por paz”, lo que ya ha provocado una respuesta aireada de Damasco, que afirma que recuperará los Altos del Golán a través del diálogo o la fuerza.

Y más de lo mismo se podría decir en relación a Irán, mientras que EEUU le tiende la mano de la secretaria de Estado Hillary Clinton, Israel sigue anunciando a diestra y siniestra que atacará antes de fin de año.

Lo que no deja de ser una paradoja, ya que Israel tiene su propio arsenal nuclear y se trata de un país con una nutrida historia de ofensivas bélicas en el extranjero - sin ir más lejos el bombardeo de Sudán el pasado mes de enero -, mientras que Irán no ha cometido agresión internacional alguna a lo largo de medio siglo, más allá del apoyo financiero y armamentístico a Hezbolá y Hamás.

Las palabras tantas veces censurables y pendencieras de Teherán no suelen tener otro objetivo que justificar la represión, la intolerancia y el autoritarismo a nivel interno.

La soledad de Tel Aviv

De este modo, Israel lanza un desafío abierto a Barack Obama, al nuevo espíritu de diálogo multilateral y negociación que éste pretende hacer prosperar. El ejecutivo de Tel Aviv da señales de seguir anclado en las teorías neoconservadoras de la mano dura, la guerra preventiva y el no diálogo que inspiraron a tantos gobiernos tras el 11S.

Gobiernos que han ido han ido cayendo uno a uno en todo el mundo: Aznar en España, Blair en Gran Bretaña, Howard en Australia y finalmente Bush, como relataba de forma magistral Hendrik Hertzberg en The New Yorker (los detalles de la salida de John Howard del poder no tienen desperdicio).

Esos neoconservadores que, además de la pasión y el negocio belicista, la tortura y la mentira, son los que nos han metido en la actual crisis económica en su visión extrema del liberalismo, en su afán por reducir al mínimo la supervisión de los actores financieros internacionales, al tiempo en que sí articulaban una estrategia de férreo control de los ciudadanos a través de medidas como la Patriot Act.

En este sentido, la victoria electoral del gobierno de derechas de Bibi Netanyahu da la impresión de haber situado, al menos en la teoría, a Israel en la soledad conceptual y política más absoluta, si le sumamos además el descrédito sin precedentes sufrido tras la última y brutal ofensiva contra los habitantes de Gaza.

¿Más doble rasero para el "amigo" israelí?

En su editorial, Haaretz afirma que Israel pagará un alto precio por la estrategia de su nuevo gobierno. Algo que aún se está por ver, pues no que claro si la comunidad internacional reaccionará ante el órdago lanzado por Netanyahu, que ya al llegar al gobierno en los años noventa asestó también un duro revés al proceso de paz, y en cuyo ejecutivo la presencia del laborista Ehud Barak parece una broma.

Recordemos que a principios de 2006, tras ganar las elecciones legislativas, se le exigió a Hamás que renunciara a la violencia, que respetara los acuerdos previos con Israel y que aceptase públicamente el derecho a existir del Estado hebreo. Al no hacerlo de forma clara se cortaron todos los fondos de ayuda internacional al gobierno de Ismail Haniye.

Más que nunca queda claro que Israel ignora el derecho de los palestinos a existir como Estado (de hecho, el Likud no lo hace en su carta fundacional), que deshonra los acuerdos firmados en el pasado y que continúa con la violencia, no de forma puntual como los misiles Kassam, si no de forma sostenida, constante, en cada puesto de control, en cada trozo de hormigón del muro de Cisjordania, en cada nueva hora de bloqueo a Gaza.

¿Será coherente EEUU y terminará con los tres mil millones de dólares que cada año entrega en ayudas a Israel? ¿Dejará la Unión Europea de considerar al Estado hebreo un aliado comercial preferencial? ¿O seguiremos con la misma política del doble rasero que no ha hecho más que convertir a Israel en un país en rebeldía, que pisotea de forma impune los derechos de los palestinos, que complica hasta el paroxismo cualquier atisbo de normalidad en Oriente Próximo?

0 comentarios