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Una maravilla natural borrada (o inundada) para siempre ...gracias a http://viajes.101lugaresincreibles.com

He leído cosas sorprendentes de los Saltos del Guairá, en la frontera de Brasil y Paraguay, desde que era la catarata más grande del planeta (por su caudal de agua, no por su altura) hasta que sumaba 18 caídas o saltos estruendosos con el doble de volumen de agua que las Cataratas del Niágara, o 12 veces más que las Cataratas Victoria. He leído que los Saltos del Guairá eran parte de un Parque Nacional que ya no existe, y que semejante maravilla natural, fue dinamitada, destruida e inundada para siempre.

He leído que ya no existe, pero mucha gente recuerda su belleza, aunque es probable que quienes hoy rondamos la treintena y menos, jamás hayamos visto siguiera una foto del lugar. Lo que sigue, es una pequeña reseña que entra en la categoría de turismo de “arqueología”, un destino turístico del que sólo nos quedan fotos y recuerdos (seguramente para lamentarnos).

Los Saltos del Guairá, fue una de las grandes víctimas del proyecto de la represa hidroeléctrica Itaipú. La que era la mayor cascada del río Paraná hasta el año 1982, hoy sólo se puede ver como un pobre recuerdo cuando el nivel de agua de la represa está bajo. Tenía un volumen de agua estimado en 49.000.000 litros por segundo en 18 cataratas.En las imágenes, se puede apreciar desde el aire un antes y después de la cascada tras la inundación:

Antes de la inundación
Estado actual de los saltos de Guayrá después de la inundación del embalse

Fotos en Moglik.com

El fenómeno natural, se producía al encontrarse un río de 381 metros de ancho, con un cañón de apenas 61 metros. El mayor de los saltos, tenía una altura de 40 metros, nada menos. Y todo, en medio de una naturaleza exuberante.

Imagen José María Blanch Cardoner (fuente)

La potencia del caudaloso río, o mejor, la situación geográfica y las características del relieve, fueron la causa de la propia perdición de la cascada, sumado por supuesto, a la hasta hoy cuestionada decisión tomada por políticos de altísimo rango tanto de Brasil como de Paraguay (ambos países bajo una dictadura), socios en el proyecto. Una vez más, los hombres al mando de entonces fueron juez y parte interactuando con el planeta. Los Saltos del Guairá, convocaban a miles de turistas cada año, atraídos por la sensación de espectacularidad de una serie de saltos que desde ciertos ángulos, se veían como infinitos en su encuentro con un cañón de piedras basálticas.

Imagen

La represa Itaipú fue construída 200 kilómetros río abajo, pero los calculos estimaron que los saltos quedarían cubiertos de agua, y parece evidente, que a las partes implicada no les tembló el pulso al firmar la carta de intencion de la obra, entre los cancilleres brasileños y paraguayos en el año 1966. Hasta pocas horas antes de la desaparición, un cartel en la entrada a los senderos de las cascadas recordaba (casi como una broma): “respete la naturaleza”.

(Fuente de la imagen)

La maravilla natural, hasta años antes de su desaparición era un atractivo turístico un tanto aislado, en donde para ver las siete cascadas principales, había que atravesar por varios puentes colgantes. Meses antes de la gran inundación, miles de turistas quisieron verlas por última vez. Mientras que la falta de mantenimiento de los puentes era total, un grupo de turistas llegó a sobrecargar una de las estructuras que no pudo soportar el peso, desatando una de las tragedias turísticas más crudas que se recuerden en Sudamérica, con una treitena de muertos. Poco tiempo después, se dinamitaron los salientes rocosos más pronunciados, para facilitar la navegación en el futuro embalse, con lo cual, la posibilidad de restaurar el ecosistema y el paisaje quedó completamente anulada.

Claro que la historia no estaría completa sin la mención de la Represa Itaipú, la empresa binacional y represa más grande de todo el Hemisferio Sur (segunda en el mundo después de la Presa de las Tres Gargantas, en China). La obra, genera nada menos que el 95 % de la energía eléctrica consumida en Paraguay, y el 24 % de un gigante como Brasil.

A modo de resarcimiento, la represa Itaipú paga royalties a todos los municipios afectados por la inundación, y a menudo, es una obra de ingeniería incluida en listados sobre las Maravillas del Mundo moderno.  Desde su inauguración, ha recibido más de 15 millones de visitantes, turistas que en su mayoría, acuden a visitar las cercanas Cataratas del Iguazú, una maravilla natural que afortunadamente sigue deslumbrando a visitantes de todo el planeta. Los saltos del Guayrá, son apenas un recuerdo de postal de la belleza natural de nuestro planeta que a veces los hombres determinan efímera.

Para más información, recomiendo leer “Crónica de una desaparición anunciada

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