La explosión de la fotografía (Stokes) fue solo una de las 29 detonaciones realizadas entre mayo y octubre del año 1957. El uso de dirigibles fue habitual durante aquel período, tanto para comprobar los efectos de las explosiones como para probarlos como posibles lanzaderas sobre un objetivo. Según algunas fuentes, se llegaron a acoplar bombas de hasta 74 kilotones para ser lanzadas desde los dirigibles. Os dejo una colección de inquietantes fotografías de aquella época:
Photos courtesy of National Nuclear Security Administration / Nevada Site Office
* La imagen que encabeza este post es parte del libro “100 suns”, del fotógrafo Michael Light, y hace una semana apareció publicada en El Semanal.
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