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SUPAY-666

LA MUERTE DE UN CAMINANTE...

Me duelen los pies.

He de decir que los míos en particular paran casi siempre ampollados, marcas y surcos en ellos, dolorosas huellas de los caminos, de los zapatos incómodos, de las calles maltrechas.

Una manía por recorrer lo ya muchas veces recorrido, gastar la suela de manera maniaca, siempre yendo donde no me invitan, recorriendo con la mirada y los pies, los mil caminos.

La tarde aquella donde nos besamos la primera ves, recuerdas, si lo recuerdas caminamos mucho ese día, luego, caminamos muchos mas, la mujer que yo quiera ha de ser una caminante también, y ser caminante no es solo el simple acto de usar los pies, no, el caminante es aquel que le da un uso soberbio al maltrato de nuestras refinadas extremidades.

Debe ser, para ser y fungir de caminante, alguien con la frente en alto, no solo por el orgullo de serlo, si no por el acto de ver las cosas, de oír los leves cambios del viento, de admirar las casas dormidas, los gatos cubiertos de estrellas de la noche, la luz en el brillo de los árboles húmedos de roció. Oler la sazón antigua de una cocinera de antaño, las especias en la olla, la comida del mediodía, debe percibir el perfume de las muchachas de paseo, el olor neutro de los estudiantes, el perfume barato de los hombres de oficina. Para ser caminante deber ver el horizonte en tu nariz, debes soñar tus pasos, ponerle nombres nuevos a las cosas que descubres, admirarte ante lo que todos ven y nadie ve, ser un hechicero de las millas, un archimago de las visiones del día y de la noche, resolver el enigma que nadie quiere desentrañar, ahogar eso que la gente llama lo obvio, demostrar que lo que ves es siempre nuevo, siempre brillante, con esos ojos de caminante de aventurero, de niño.... 

Por eso, y por esas cosas, la mujer que quede a mi lado, será llamada compañera, por que nada mas hermoso que alguien que te acompañe, que este allí y comparta tus caminos, que guste de recorrerlos, que después en la cama vea sus pies hinchados y no le importe, solo le duela, pero, sabiendo que el dolor es momentáneo, la maravilla de ver recorrer oler admirar amar rehacer las calles es el mejor calmante, conversar de esas cuadras de cuadras, buscando el sol, mirando hacia el maravilloso vació de la curiosidad, de la búsqueda. Esa, esa mujer, será llamada compañera, si no logras comprender el hermoso poder de las palabras, el reconocible amor por sus significados, entonces, no podrás entender todo lo que abarca ser el compañero de alguien, el saberse un paso mas al paso de la misma vida.

Las venas hinchadas, azuladas, deformes, me duelen ahora las piernas, debo caminar más.

El doctor dice que debo descansar, pero, que igual, pronto perderé la facultad de caminar, algo degenerativo. No, no puedo detenerme ahora, estoy hambriento de puestas de sol, de calles antiguas, de farolas e hierro, de risas por la tarde, de mujeres caminando rápido, de niños jugando, de ancianos dando de comer a las palomas. 

Salgo a caminar, eso hará que el tiempo que me dieron sea menor, pero, deseo que los caminos se me tatúen en la piel, que se me graben en la mente. ¡Dios!, me duelen las piernas, las siento rígidas, las articulaciones me duelen, me agarro de las esquinas, como si fuera un borracho, pero estoy borracho, ebrio de caminos, de pies gastados, de ampollas, de luces, de miradas.

¿Qué es un cuarto? que son esas paredes, esas ventanas, un hombre enfermo es un cuarto, solo eso, no es su enfermedad, es donde reposan sus restos, como una tumba abierta, donde no podrá ya hacer nada, eso es un cuarto, sus piernas y brazos son las paredes, sus ojos las ventanas, nada mas, eso es un hombre que adolece, creen que una televisor remplazara el aire de la tarde, el rumor de las hojas, la caída del sol, el nacimiento de la luna. Para ti, ¿Que es un cuarto?, si sabes que de aquí a un tiempo no podrás salir de el, ¿que crees que será entonces de tu alma?

Podré usar silla de ruedas, la usare, cumpliré entonces mi sueño y recorre la ciudad a cuatro ruedas, y será como ir en un descapotable, en un pequeño deportivo, y mirare mis piernas hinchadas y rígidas, llenas de venas deformes y azules, pero no importara, tendré mis brazos para recorrer, hasta que estos también se sequen, ahora pálidos, mi rostro enjuto, me duelen mucho las piernas, debo seguir recorriendo, debo caminar mas.

Luego, solo estar en cama, entonces, solo esperar, un mes, unos días, la degeneración será rápida, y no habrá mas caminos, solo quedaran mis zapatos gastados y llenos de polvo, y ese polvo valdrá mas que el mismo polvo de mi cremación, por que en ese polvo de mis gastados zapatos, estará mi alma...

                                      10:44 PM              2008-04-27

4 comentarios

gina -

He leido lo que haz, escrito on anterioridad me agrado, pero bien sabes el escritor ha ido madurando, al vivir mas intensamente o al formarse con el transcurso del tiempo un estilo.
Ahi, demuestras que estas inventando un universo no solo de palabras si no quizas una manera de concebir tu existencia en estos momentos. El escritor esta cimentandose. Gina

Rock Wolfville -

Ha sido muy interesante! Estaré leyendo entradas anteriores.
Saludos

jaime -

Aveces Hay que estar cerca de la muerte, para aprender a vivir. Solo de esta forma se aprecia las cosas mas simples de la vida, como el respirar o la compañia de un amigo.

kaimancillo -

Excelente cuento, has logrado volcar sobre el papel varias de muchas ideas que siempre han rondado en mi cabeza,y seguramente de muchas personas mas; trotamundos, vagabundos, o como quiera llamarseles,para nosotros los caminantes la vida es una mierda si no salimos en busca de una aventura, muchas veces solamente con pasaje de ida y el taco al hombro como hago yo, jajaja.
"Por eso, y por esas cosas, la mujer que quede a mi lado, será llamada compañera, por que nada mas hermoso que alguien que te acompañe", que gran frase.