ARTICULO DE GUILLERMO GIACOSA PARA EL DIARIO peru 21.
Ayer nos referíamos al retiro de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y atribuíamos el hecho a la profunda crisis moral que atraviesa la superpotencia. Ante esa situación, era lícito pensar que un cambio de partido en la conducción del Ejecutivo traería no solo nuevos aires al país sino, también, menos sofoco al conjunto del planeta. Obama, que en la actualidad le lleva 15 puntos en las encuestas a McCain, podía representar, sin duda, esa esperanza.
Desafortunadamente no debemos hacernos ilusiones. Ni sus promesas anteriores, ni su partido, ni su juventud, ni su color representan demasiado frente al orden establecido que capitanean el complejo industrial-militar y la banca internacional.
Obama, con una velocidad propia de quien no necesitó reflexionar sobre el tema, ya amenazó a Irán y no descarta una intervención militar. Antes de ser elegido como candidato del partido Demócrata, hablaba de negociar con Irán. Hoy, sin haber llegado aún al poder pero con grandes posibilidades de lograrlo, ya se refiere, como si de una verdad se tratase, a la amenaza nuclear que Irán significa para Israel. Es más curiosa esta actitud que la acusación de Bush a Irak de poseer armas de destrucción masiva. Y lo es porque hasta el presente ninguna de las 16 agencias secretas que posee EE.UU. se ha declarado convencida que Irán signifique una amenaza. Más, afirman que Irán canceló en 2003 la pretensión de fabricar bombas nucleares. Como si esto fuera poco, es sabido que Israel posee un arsenal nuclear de más de 150 bombas, según declaraciones de Jimmy Carter, e Irán, hasta el presente, no posee un solo proyectil nuclear. ¿Cómo un país sin armas nucleares puede ser una amenaza nuclear para un país que sí las tiene y en cantidad? Puede, además, deducirse que dada la profunda coincidencia de intereses que tienen Israel y EE.UU., este último, en caso que ese hipotético ataque ocurriese, estaría en condiciones de borrar del mapa la antigua Persia. ¿Tendrán ánimo suicida los iraníes para algo semejante? No lo creo.
El periódico israelí Haaretz señala: "Cómo profundizar la cooperación EE.UU.-Israel frente al desafío nuclear iraní". Una lectura atenta nos dice que están dando por hecho algo que ellos saben que no es verdad. Ese es el lenguaje que se emplea cuando se quiere hacer pasar por cierto algo que solo es realidad en las necesidades políticas de quien lo emite. Supongo que desde el campo rival se preguntarán ¿cómo profundizar la cooperación Irán-Rusia-China frente al desafío nuclear israelí? Y en este caso tendrían comprobadas razones para hacerlo.
Sabemos que para la fragilidad mental de Bush y el espíritu guerrero de sus halcones las pruebas e informaciones, como ocurrió en Irak, no cuentan. Solo atienden a sus objetivos y, si estos indican que hay que hacerse del petróleo de Irak e Irán, lo demás es secundario. Pero que Obama, que basó su campaña en el cambio, haga lo propio, nos indica que no estamos frente a una nación democrática sino frente a una corporación que ha hecho de la guerra su modo de vida.
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