A 60 Años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Reflexiones sobre la necesidad de implentarlo

Por: Roberto Rojas Dávila

 

En 1914 se produce la gran  crisis en el Orden Público Internacional al ocasionarse la Primera Guerra Mundial, lo cual provocó la muerte de ocho millones de personas.  En  1939 se inicia la Segunda Guerra Mundial, evidenciando todo el odio racial existente en las Naciones, exterminando a millones de judíos, miles de gitanos y miles de afroalemanes.

 

La Segunda Guerra Mundial termino en 1945  con un resultado de 30 millones de muertos. Para que no se repita un crimen de esa magnitud, se decide instaurar un Nuevo Orden Público Internacional, teniendo tres instrumentos fundamentales para consolidar este nuevo orden: la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho de Nuremberg y  la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es  un referente sumamente importante para el mundo, representando la única prueba  de un consenso global instaurando un sistema de valores universales  que transciende  religiones, filosofías, ideologías y culturas;  reconociendo la igualdad de todos los seres humanos y  afirmando  la dignidad de las personas frente a los Estados.

 

En un principio, la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue fuente de principios generales y base  de normas universales de protección de derechos humanos. Al cabo de los años,  la DUDH cambió su carácter meramente declarativo para convertirse en fuente de derecho, siendo obligatorio por ser una expresión de diversas fuentes de normas internacionales: consuetudinario, principios generales de derecho e incluso de normas de ius cogens.

 

Es importante resaltar que desde la adopción de la DUDH, se dio el  surgimiento de distintas  áreas de los derechos humanos, las cuales versan sobre derechos específicos de ciertos grupos humanos,  cristalizándose en instrumentos Internacionales de derechos humanos como son: el Pacto  Internacional de Derechos Civiles y Políticos;  el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;  la Convención sobre la Prevención y el Castigo del Delito  de Genocidio; la Convención sobre la Prevención y el Castigo del Crimen de Apartheid; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial; la Convención Internacional para la Supresión de todas las formas de Discriminación contra  la Mujer; la Convención sobre los Derechos del Niño, la Declaración y Programa de Acción Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras formas conexas de intolerancia de Durban;  y  la  Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.

 

Otro paso importante para el respeto de los derechos humanos en el mundo se dio con la Resolución 60/25 de  la Asamblea General de las Naciones Unidas, decidiendo  establecer el Consejo de Derechos Humanos en sustitución de la Comisión de Derechos  Humanos, otorgándole el grado de órgano deliberativo siendo un avance significativo ya que el Consejo esta facultado para hacer recomendaciones cuando se violen derechos humanos en los países, impulsando la promoción y el respeto de los estos derechos, realizando un examen periódico sobre el cumplimiento de cada Estado de sus obligaciones y compromisos en esta materia.

 

Ciertamente, tenemos las herramientas para empezar a construir un mundo mejor, un mundo sin guerras, sin pobreza y sin exclusiones. Nuestra principal labor empieza por articularnos  para  promover el respeto y cumplimiento de la DUDH en nuestros países y en la región, el principal desafío es educar  a la población sobre  sus derechos humanos y que lo asuman en su vida cotidiana, exigiendo calidad de vida, exigiendo el ejercicio pleno de sus derechos humanos para poder al fin tener una vida digna en un mundo cada vez más desigual.