Los dos “concursantes”
El título puede parecer fruto de la imaginación de una mente enferma o tratarse quizás de una broma macabra, pero es mucho peor que eso. El título responde, por desgracia, a un hecho ocurrido realmente.
Tan macabro suceso sucedió durante la invasión de Japón a China.
En 1937 un par de diarios japoneses comenzaron a hacerse eco del particular reto que mantenían dos oficiales del ejército japones y que consistía en ser el primero en lograr abatir 100 enemigos únicamente a golpe de espada.
La competición tuvo lugar durante la Batalla de Nankin, donde resultó vencedor el ejército japonés y que terminaría desembocando en la terrible Matanza de Nankin.
Las tropas japonesas entran en Nankin
Al parecer fue complicado determinar quien de los dos fue el primero en llegar a 100 víctimas y según el periódico el resultado final fue ajustadísimo. 105 a 106.
Como el asunto estuvo tan reñido, desde el diario se propuso repetirlo, pero esta vez el objetivo sería llegar primero a 150 vidas. Que se sepa, este último reto no llegó a realizarse.
El titular en negritas dice: “‘Récord increíble en la Competencia para matar a 100 personas —Mukai 106 – 105 Noda— Ambos lugartenientes van a los extras”.
Acabada la guerra ambos oficiales volvieron a Japón pero el hallazgo de un ejemplar del periódico supuso su extradición a China, donde fueron juzgados, condenados a muerte y ejecutados.
ACTUALIZACIÓN:
[C&P] Para librarse de una vez por todas de la vergüenza que pesa sobre su apellido, la hija de uno de los oficiales implicados en la matanza, Chieko Mukai, se ha decidido a emprender una batalla en los tribunales contra el periódico Mainichi Shimbun, el sucesor del diario que publicó la noticia originalmente, y además contra el diario Asahi Shimbun, que se hizo eco e investigó la macabra historia en 1971. Ambos han sido acusados de difamación y de inventarse el reportaje porque, según esgrimía la parte demandante, dicha crónica estaba originalmente “totalmente infundada y ha mancillado el honor de las dos familias”.
Con tales argumentos y exigiendo además una indemnización de treinta y seis millones de yenes (unos doscientos sesenta y seis mil euros), el caso consiguió llegar hasta un tribunal de Tokio, que es el que acaba de dictar sentencia.
Amparándose de nuevo el tribunal en las abundantes pruebas documentales existentes, el magistrado Akio Doi ha desestimado finalmente la demanda interpuesta por los familiares.
Según recoge el fallo judicial, los dos tenientes imperiales no sólo no intentaron ocultar su participación en la matanza, sino que además “estuvieron completamente de acuerdo con publicar la información y ambos admitieron que habían competido por cortar la cabeza a los prisioneros de guerra”.
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