No se lo que has oído de mí.
Pero una puta no puede
sacarme ni un dólar.
Ni Cadillac, ni rulos puedes ver.
Soy un maldito alcahuete.
Ahora, la pequeña, ella está en el
club, baila por mis dólares.
Les encantan los Gucci,
los Fendi, Prada.
Ese BCBG, el Burberry,
Dolce y Gabana.
Ella alimenta sus
fantasías sexuales absurdas,
ellos pagan porque la desean.
Yo me muestro como un gangster,
y mi juego la atrapó.
Una hora más tarde,
tiene el culo para arriba
en el Ramada.
Los negros le dicen al oído
que piensan en ella.
Yo conseguí a la puta por
la barra mientras intentaba conseguir una bebida
cerca de ella.
A ella le gusta mi estilo,
le gusta mi sonrisa,
le gusta la manera como hablo.
Ella es del campo,
pienso que le gusto
porque soy de Nueva York.
No soy el negro
que intenta tenerla porque quiero volteármela.
Soy el negro que intenta
tenerla por un poco de pan.
No podría importarme menos cómo
ella se comporta en la cama.
Perra, ve a la calle,
consigue una cita,
y ven a pagarle al niño.
Es muy simple, puedes verlo
Estás tirando conmigo,
estás tirando con un alcahuete.
No se lo que has oído de mí.
Pero una perra no puede
sacarme ni un dólar.
Ni Cadillac, ni rulos puedes ver.
Soy un maldito alcahuete.
Somos conocidos
internacionalmente,
y respetados localmente.
-Escuché que son alcahuetes.
¿Qué sabes de mí?
Oye, nena, tengo mis negocios
para ahora y después.
Te voy a mostrar que mi mano de
alcahuete sigue siendo fuerte.
Estás equivocada si crees que
la alcahuetería morirá.
Tengo 12 cuartos
con 100 putas a mi lado.
Estoy aquí con mi amigo, 50.
Estoy un poco enojado.
Maldición, porque, negro,
te voy a reventar.
Te meteré un par de balas si te
metes conmigo y mi pandilla.
Los amigos de Nueva York
saben como me manejo.
Tengo amigos en Queens
y perras en el centro.
Tengo negocios en Manhattan
y esto no es broma.
Tengo unas portorriqueñas
bronceadas en mi cuarto.
Me están esperando así pueden
deshacerse de sus bragas,
y yo podré hacerme
la permanente.
Les encanta cuando empiezo
a hablar y escupir y a actuar...
como un verdadero
alcahuete.
No se lo que has oído de mí.
Pero una perra no puede
sacarme ni un dólar.
Ni Cadillac, ni rulos puedes ver.
Soy un maldito alcahuete.
Cambia de ritmo, escucha,
esto es lo que pienso.
Soy un maldito
alcahuete.
Puedo parecerlo pero
no soy ningún tonto.
Conozco unos trucos y
sé cuando retirarme.
Soy el tipo más jodido
de todo el vecindario.
Haré lo que les plazca
mientras reciban mi queso.
Y si quieren congelarse
las pongo a 100 grados.
Las mantengo en movimiento
y no las dejo dormir.
No tengo que darles demasiado
para que sean felices conmigo.
Nos mantenemos en el sur,
esa es nuestra autoridad.
Por eso tenemos paredes blancas
donde la carne fluye.
Les doy lo que necesitan
y ellas me dan placer.
No te preocupes,
nena, ven a verme.
Puedes ganar buen dinero,
eso te lo aseguro.
El dinero mueve al mundo
así que en marcha.
Es hora de mostrarles
como se hace.
Si tienes potencial de alcahuete
entonces te irá muy bien.
No se lo que has oído de mí.
Pero una perra no puede
sacarme ni un dólar.
Ni Cadillac, ni rulos puedes ver.
Soy un maldito alcahuete.
Como se dice por ahí,
no me odies, llámame.
En Hollywood dicen que no hay
negocio como el del espectáculo.
En el barrio dicen que no hay
negocio como el de las putas.
Dicen que hablo un poco rápido,
pero tú escuchas rápido.
No tengo porqué ir más despacio
para que tú me entiendas.
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