El caso Malsin: aumenta el acoso en Israel a los periodistas extranjeros ...gracias a http://blogs.20minutos.es/enguerra/
Una vez más, la que algunos insisten en calificar como la única democracia de Oriente Próximo, demuestra que es democracia sólo para una parte de quienes están bajo sus designios, mientras que para otros su comportamiento resulta igual de arbitrario y brutal que la más asfixiante de las dictaduras.
La detención durante años de miles de palestinos sin cargos, juicio o condena, el muro que priva de libertad a los habitantes de Cisjordania y la limpieza de étnica de Jerusalén oriental, son sólo algunos ejemplos de conductas que, además de violar el derecho internacional, impiden asociar a Israel con los principios de igualdad, fraternidad y libertad.
Si bien siempre existió presión sobre los corresponsales extranjeros, pues la batalla mediática es una de las prioridades del gobierno de Tel Aviv, son cada día más los compañeros en la zona que señalan que ésta ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos. El pasado 29 de abril, la Asociación de la Prensa Extranjera en Israel denunciaba el incremento de lo que califica como "hostilidad" hacia los reporteros foráneos.
Permisos de trabajo que no se renuevan, solicitudes de credenciales de prensa que son rechazadas sin argumentación alguna, demoras injustificadas e interrogatorios de horas en los aeropuertos conforman un proceso de supresión de la libertad de información que tuvo su punto culminante hace poco más de un año, cuando las autoridades de Tel Aviv impidieron el ingreso de los periodistas a la franja de Gaza durante la operación militar Plomo fundido, que duró 22 días y que se llevó por delante la vida de más de mil inocentes.
En la anterior operación militar masiva sobre Gaza, Lluvia de verano, que durante casi dos meses cubrimos en este blog desde la franja, el acceso resultaba complicado pero posible. Hace un año, si pudimos saber qué pasaba allí fue gracias a las crónicas de Ayman Mohyeldin para Al Yazira, y los llamados telefónicos y escritos del activista español Alberto Arce, cuyo documental To Shoot an Elephant se está difundiendo estos días en toda España.
Detención y expulsión
La reciente detención y expulsión de Israel del periodista estadounidense Jared Malsin, editor en inglés de la agencia de noticias Ma’an, parece incrementar aún más la presión sobre los reporteros foráneos tanto en la forma en que fue ejecutada como en el fondo.
Así lo cuenta Reporteros Sin Fronteras, organización que no se suele caracterizar por sus críticas a Israel:
Fue arrestado al llegar al aeropuerto el 12 de enero y fue interrogado durante ocho horas acerca de su trabajo en Ma’an, una agencia palestina independiente de noticias con base en Belén. Se suponía que debía ser llevado ante el juez el domingo 17, pero esta audiencia no tuvo lugar. Su novia, Faith Rowold, fue arrestada el mismo día y expulsada del país el 14 de enero.
Con respecto a las formas: una semana detenido, privado de poder usar su teléfono móvil y sufriendo constantes interrogatorios. Con respecto al fondo: no son pocas las voces que señalan a que la detención de Malsin es una represalia por la línea editorial de la agencia para la que trabaja, cuyas noticias no pasan por el filtro de Jerusalén como sí lo hacen las de AP, EFE o AFP, lo que le da una visión muy próxima y descarnada de la lógica de la ocupación, como la que muestra la foto que hoy lleva en portada su página web.
Así lo expresa la Federación Internacional de Periodistas:
"Condenamos esta intolerable violación de la libertad de prensa", afirma Aidan White. "Prohibir la entrada en este caso parece una medida de revancha por la libertad con la que trabaja este periodista y esto es inaceptable".
Según el Comité para la Protección de Periodistas:
Israel no se puede esconder detrás del pretexto de la seguridad para dejar fuera a periodistas que no han hecho nada más que mantener una línea editorial que no le gusta a las autoridades.
La lista de organizaciones que se han sumado a la condena del hecho es extensa, como también lo es la sombra del precedente que se acaba de sentar sobre los periodistas extranjeros que continúan o desean trabajar en Israel y en los Territorios Ocupados.
Foto: Al Jazeera http://blogs.20minutos.es/enguerra/
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