Estudio a cuatro manos. ... junio
Estudio a cuatro manos.
El piano despertaba
en los dedos rosados de la brisa,
con tus manos recorriendo mis rincones
en tu boca dulce y llena de risa.
del concierto sin descanso de pasiones.
en las notas psincopadas y bandidas,
por el mar de caderas voluptuosas,
bebiendo de tus senos la ambrosia.
recorri con mi boca tus regiones
encantado de tu magia y hechizeria.
Brisa de Junio en mis manos ligeras,
atado a tu cuerpo de mujer en primavera,
esperando que la enegia aun me alcance,
para volver a recorrer tus carreteras.
Los acordes de tu espalda al mediodia,
de tu pubis encendido e ilustrado.
Estudio a cuatro manos,
interpretando ambos la melodia
del vaiven de un amor ilimitado.
Un pianista en el bar,
melodia en mi mirar enamorado,
sus ojos son mis ojos,
los dos, tocandonos, en silencio,
labios navegandose en la almohada,
Blanco y negro en el teclado
de su piel azucarada.
Lejos estas de mi navio
en mis dedos naufragando en tu marea,
recordando los tres dias de extravio
donde me ahogue en la selva de tus piernas.
Oh, brisa de junio
queriendote yo, como te he querido,
ante una mujer que me ha convertido
en un caballo de amor y de extravio.
Centauro yo, de deseo extrovertido
cabalgando fuertemente en tu pradera.
sobre el polvoriento piano abandonado,
donde a veces resuena el eco
de un chopin alucinado...
18/06/2010
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