Los silencios de la mafia nuclear. Por Guillermo Giacosa ...gracias a Perú21.com
Los silencios de la mafia nuclear
El terremoto en Japón ha actualizado la preocupación por el uso de la energía nuclear y ha sacado a la luz documentos realmente escalofriantes sobre lo que podríamos llamar la mafia nuclear.
Cuando ocurrió el accidente en Chernóbil, Ucrania, se minimizaron los daños al extremo que se instaba a repoblar zonas sobre las que los efectos de la radiación se prolongarán hasta el año 2060. En zonas probadamente contaminadas viven hoy 270,000 personas y se calcula que los daños podrían haber afectado a 2 millones de ucranianos, de los cuales 700,000 son niños. El informe sobre Chernóbil es muy extenso y sus síntesis suelen ocultar las consecuencias reales de la tragedia.
Me sorprendió saber que los informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud) son revisados, antes de ser publicados, por la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), que durante décadas ha promovido la utilización de esta energía que ellos, o los fuertes intereses que están detrás, consideran limpia. El convenio OMS-AIEA, ambos organismos especializados de la ONU, subraya que los informes de quienes se ocupan de la salud humana no deben ser negativos para la AIEA ni para la promoción del uso de la energía nuclear. Es decir, pueden ser eventualmente negativos para la salud humana, pero no para la AIEA, ni para la promoción de la energía nuclear. La OMS debería callar, en consecuencia, el daño que ocasionará, sobre la población japonesa, lo ocurrido en algunas de sus centrales nucleares.
Cuando ocurrió el accidente en Chernóbil, Ucrania, se minimizaron los daños al extremo que se instaba a repoblar zonas sobre las que los efectos de la radiación se prolongarán hasta el año 2060. En zonas probadamente contaminadas viven hoy 270,000 personas y se calcula que los daños podrían haber afectado a 2 millones de ucranianos, de los cuales 700,000 son niños. El informe sobre Chernóbil es muy extenso y sus síntesis suelen ocultar las consecuencias reales de la tragedia.
Me sorprendió saber que los informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud) son revisados, antes de ser publicados, por la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica), que durante décadas ha promovido la utilización de esta energía que ellos, o los fuertes intereses que están detrás, consideran limpia. El convenio OMS-AIEA, ambos organismos especializados de la ONU, subraya que los informes de quienes se ocupan de la salud humana no deben ser negativos para la AIEA ni para la promoción del uso de la energía nuclear. Es decir, pueden ser eventualmente negativos para la salud humana, pero no para la AIEA, ni para la promoción de la energía nuclear. La OMS debería callar, en consecuencia, el daño que ocasionará, sobre la población japonesa, lo ocurrido en algunas de sus centrales nucleares.
El informe sobre Chernóbil de la OMS ha sido auspiciado por la AIEA, los gobiernos de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, el Banco Mundial, el Comité de la ONU sobre los efectos de la radiación atómica y otros potenciales socios del silencio sobre los verdaderos efectos de lo que ha ocurrido y seguirá ocurriendo. Aun cuando el debate científico sobre el uso de la energía nuclear está vigente, cuesta creer en la honestidad de quienes priorizan intereses económicos sobre el bienestar de la población y el equilibrio de la naturaleza
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