Texto original: Al-Sharq al-Awsat
Autor: Fayez Sara
Fecha: 19/02/2012
La dimensión más destacada de la revolución siria es la política; es decir, se trata de una lucha entre el régimen y sus opositores en el nivel popular por medio de las manifestaciones por un lado y, por otro, por medio de las posturas adoptadas por los grupos y bloques políticos. Por su parte, el régimen ha respondido a las manifestaciones, las quejas políticas y las posturas de la oposición con campañas policiales que han terminado por convertirse en auténticas campañas militares y que han dado como resultado el asesinato, herida, detención y desplazamiento de decenas de miles de sirios cuyas propiedades han sido destruidas. Ello ha aumentado las posibilidades de que aparezca una dimensión militar armada en la revolución siria, que se une a su homóloga política. Entre las expresiones de esta dimensión militar, están las deserciones en el seno del aparato militar-securitario, bien por negarse los soldados a participar en dichas campañas, bien haberse sumando al movimiento popular. También algunos de los participantes en el movimiento popular han recurrido a las armas como medio de autodefensa y de respuesta a tales ataques. Ello ha tenido efectos devastadores en las zonas afectadas, además de haberse sucedido operaciones militares en las zonas candentes de Siria, que nada tenían que ver con la dimensión militar-armada de la revolución.
A pesar de la importancia de las dimensiones política y militar, dado su fuerte y decisivo impacto sobre el desarrollo y el resultado final de la lucha entre el régimen y sus opositores, que determinará el destino de la revolución, lo cierto es que hay otras dimensiones, como la económica y la cultural. Y aunque sea la menos destacada, la dimensión social de la revolución no es menos importante que las anteriores.
Las expresiones de la dimensión social en la revolución de los sirios son muchas, y tal vez las más importantes sean de tres tipos fundamentales: los cambios sociales que ha sufrido la realidad social en lo referente al papel y participación de la sociedad en las actividades generales, el apoyo y la ayuda que llegan a la revolución, y las formas de organización que los sirios intentan cambiar o para las que buscan crear nuevos marcos de acción.
La primera expresión de la dimensión social viene representada por el cambio esencial que se ha producido en el nivel de participación popular en las actividades, pues efectivamente, la revolución siria cuenta con una amplia participación social. No solo han participado los hombres, teniendo en cuenta que ellos forman la base de las manifestaciones y las protestas, sino que se han unido a ellos mujeres que estaban fuera de ese ámbito en general. También se han unido niños y adolescentes que antes no participaban en ningua actividad. Así, la revolución ha provocado un cambio cualitativo en la realidad social de todos los sectores y en sus relaciones internas. Puede decirse en este sentido que se han producido cambios sociales en las ciudades y pueblos del movimiento popular en particular y en toda la realidad siria en general.
La segunda expresión de la dimensión social la dibuja la solidaridad entre los sirios para enfrentarse a las cargas de la revolución, y que no se limita a las zonas más afectadas y víctimas de una destrucción y unas pérdidas enormes. Tales zonas, además de otras muchas, han pagado la factura de los perjuicios humanos y materiales rodeados de cierta confusión provocada por factores de dentro y fuera del régimen. En este sentido, se han garantizado ayudas de todo tipo.
En relación con esto están las relaciones que han establecido los sirios del exterior con sus conciudadanos del interior. Aunque lo más visible de esta relación son las ayudas económicas y médicas, así como la solidaridad general, lo más importante es el sentimiento de los sirios de fuera de que, en efecto, forman parte de la población, y, en segundo lugar, su intento de reconstruir los lazos de unión con su país y su pueblo. Ello a pesar de que muchos están totalmente asentados en el exilio y llevan las nacionalidades de los países en los que viven.
La tercera expresión de la dimensión social es la búsqueda de los sirios de identidades sociales independientes de las identidades homogéneas que le régimen impuso durante décadas a través de las organizaciones profesionales, los sindicatos de trabajadores, médicos, ingenieros, etc. Lo que con ello se pretendía era mantener bien atadas a todas las capas y clases sociales y ponerlas al servicio del régimen como justificadores de su marco ideológico y sus posturas políticas. La revolución ha fortalecido el deseo de la sociedad siria de salir de estos parámetros y estas identidades y la ha empujado hacia la libertad. Por eso, mientras distintos sectores se han ocupado de algunos ámbitos sociales, también se están haciendo constantes esfuerzos dentro de las organizaciones profesionales y sindicales del régimen para provocar las escisiones desde dentro.
La revolución ha dejado profundas huellas en la vida social de todos los sectores y clases sirios, huella que se ha extendido a los sirios en el exilio. Esta es una evolución que Siria no había presenciado durante largas décadas de su historia moderna y contemporánea.
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