El trauma de las peruanas frente al desnudo - Articulo de Dante Bobadilla Ramírez sacado de http://lamula.pe

Me he ocupado varias veces de este tema por dos razones básicas. Quizá la primera sea que soy un apasionado admirador de la fotografía y también de la belleza femenina. Y creo que cuando ambas se juntan el resultado puede ser maravilloso, llegando a ser la forma más accesible de realizar arte puro con presencia humana. La segunda razón tiene que ver con una preocupación profesional, ya que como psicólogo no dejo de intrigarme por la actitud general de las mujeres peruanas frente al desnudo. Y tengo la impresión de que esta actitud se ha acentuado más en los últimos tiempos. Me refiero a esa actitud traumatizada de rechazo al desnudo, cual si fuera un pecado inmundo.

Entiendo que semejante actitud provenga de una religiosa, pero no de una mujer que se define como modelo y que, más aún, vive de esa profesión. Sin embargo acá ya se ha hecho común leer declaraciones de afamadas modelos que juran no llegar a posar desnudas jamás, como si les hubieran propuesto castrar al Papa. Francamente es muy curioso. Más aun cuando estamos rodeado de países donde los desnudos femeninos -y hasta masculinos- son moneda corriente en los medios, tales como Chile, Colombia, Paraguay, Brasil, Argentina, etc. Creo que podría mencionar a todos.

Incluso las modelos extranjeras que vienen al Perú se sorprenden de que acá no les publiquen sus fotos en topless. Los medios llegan a cubrir con mosaicos los senos de las modelos. Incluso cuando el topless es la noticia, como fue el caso de una modelo europea que tomó el sol en topless en la terraza de un hotel miraflorino. Todas las fotos salieron cubiertas de mosaicos. Una señal que el trauma no es solo de las mujeres, lo cual hace más preocupante el fenómeno. Definitivamente hay acá un trauma contra el desnudo. No olvidemos la censura que sufrió la última versión de La Perricholi, algo que no ocurrió en los 80 con la primera versión, en la que Mónica Sánchez lució su belleza tal como vino al mundo.

Tampoco olvidemos los famosos calendarios de modelos desnudas a fines de los 80 y principios de los 90. Quizá los más espectaculares hayan sido los de Mónica Cabrejos y los de Susan León. Todavía se pueden ver en la web aunque con una pésima calidad. Pese a todo ello, actualmente no hay nada parecido. Hemos retrocedido. Hoy todos los calendarios son aptos para monasterios. No importa sin se trata de una Miss Colita. Las fotos son de un nivel escolar y ni siquiera existen en la web. Algo pasa pues con los peruanos. ¿Cuándo se traumaron con el desnudo femenino? Para decirlo mejor ¿Cuándo se jodió el desnudo en el Perú?

Esfuerzos gráficos han existido, pero aparentemente han ido extinguiéndose por la falta de protagonismo de la mujer. Por un lado es cierto que en el Perú no tenemos la exuberancia de belleza femenina que existe en otros países. Acá debemos buscar con paciencia. Pero más grave es el problema mental. Nadie quiere posar desnuda. Ni las más renombradas modelos. Sus razones van desde que su papá no quiere hasta que ya tiene hijos y no quiere que ellos la vean así. Me parecen excusas tontas que encubren un trauma profundo. Nadie les está pidiendo que hagan pornografía ni nada malo sino simple arte. Hay una gran diferencia.

La primera vez que vi una fotografía artística de un desnudo femenino fue en una galería de arte fotográfico en Nueva Orleans, justo al costado de la Plaza de Armas y de la Catedral, porque Nueva Orleans es quizá la única ciudad norteamericana que tiene una Plaza de Armas y una catedral, como cualquier ciudad española. Y es que fue una ciudad española por algún tiempo. Creo que primero fue francesa y finalmente norteamericana. Pero está repleta de artistas de todo tipo y de galerías de arte fotográfico. Luego de visitar la catedral crucé la calle y me encontré con una gran vitrina donde se lucía un cuadro, una fotografía de una mujer recostada bocabajo sobre la cama, desnuda y cubierta ligeramente con las sábanas blancas hasta un poco más allá de los muslos. La vista era espectacular.

Desde luego, una de las mejores cosas que se pueden hacer en Nueva Orleans es visitar las galerías de arte fotográfico. Casi todos los fotógrafos tienen un sitio en la web. Las mujeres acostumbran contratarlos para tener un dossier con fotografías artísticas. De ese modo perennizan su belleza antes de que el tiempo se las lleve y no quede más que la memoria. He visto fotografías increíbles en casa de amigas neworleanenses. Algunas cuelgan sus fotos en la pared o hacen una galería con sus fotos, incluyendo desnudos artísticos, por supuesto. No hace falta mencionar que el sueño común de las norteamericanas es posar para Playboy.

Conocí a una artista que tenía el curioso arte de pintar sobre calaveras de vaca. Sus cuadros eran maravillosos. Y aunque ella ya frizaba los cincuenta, estaba orgullosa de mostrar su dormitorio cubierto totalmente por sus fotografías, donde una de las paredes lucían desnudos de sus mejores años. Todo esto me llevó al convencimiento de que el desnudo femenino puede ser realmente una de las mejores formas de expresar la belleza artística. Es algo que podemos comprobar en las revistas gráficas más reputadas del globo. Y no hace falta ir a Europa.

Ya que desarrollé mi afición por el arte gráfico desde mis días de escolar, cuando entre todo el cúmulo de revistas que solía comprar, incluía de vez en cuando un Caballero o un Playboy, sobre todo si era edición especial, y donde tenía además la suerte de encontrar excelente literatura, puedo recomendar a los caballeros que gustan de este arte que no pierdan el tiempo con revistas peruanas. Al menos por ahora. Vayan de frente a SOHO COlombia, donde encontrarán una buena muestra de belleza latina sin traumas ni vergüenzas. Abajo una breve muestra de las carátulas de SOHO Colombia, imposibles en el Perú.

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