Corría el año 1951, en Clarksville, Estados Unidos.
 
  
 
 
 
La señora Rudolph no le profesaba lástima a Wilma, la vigésima de veintidós  hijos. Aunque la pequeña, de 11 años, padecía de parálisis total en su pierna  derecha producto de la poliomielitis, y estaba condenada a vivir en un sillón de  ruedas el resto de sus días, la señora Rudolph sabía que su mal podía tener  solución.
 Ser negro y pobre en Estados Unidos pesa y mucho. Por eso el caminar 25  kilómetros diarios en busca de rehabilitación gratuita. Por eso el caso omiso a  las inclemencias del tiempo. Por eso la lucha en busca de una beca estatal  cuando el galeno indicó:
 - Ya no se puede hacer más, señora Rudolph, Wilma debe de practicar atletismo  para fortalecer sus piernas.
 Wilma comenzó en el atletismo y se inclinó por las pruebas de velocidad, y  tal fue el talento demostrado que en 1956, con solo 16 años, integró el equipo  de los Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de Melbourne, Australia, y su  actuación no pudo ser mejor al ganar la medalla de bronce en el relevo  4×100.
 
 - Verás que para Roma, en 1960, todo te va a salir mejor- le decían  todos.
 Y llegó 1960, y con el 1960, los Juegos Olímpicos en Roma, capital italiana.  Wilma de apenas 20 años, estaba hecha para empeños mayores. La estadounidense de  ébano estaba dispuesta a entrar, definitivamente, en la historia del deporte  mundial y lo logra: oro en 100 metros planos, oro en 200 metros planos y oro en  el relevo 4×100.
  
Los 3 oros la convierten en tricampeona olímpica y en la primera mujer que  gana 3 títulos en ese tipo de eventos; además es bautizada, para siempre, como  “La Gacela Negra”.
 
 “La Gacela Negra” es orgullo para sus hermanos, sus pequeños hijos, su madre,  pero no así para la comunidad blanca de los Estados Unidos. Muchos “blancos” no  concebían que “una negra” pudiera realizar tal hazaña. Aunque le sonreían,  internamente deseaban una “hecatombe” para aplastar su figura.
 Buscaron y buscaron y “la hecatombe” apareció: Wilma Rudolph, “La Gacela  Negra”, la estrella de los Juegos Olímpicos de Roma, fue separada del equipo  nacional de atletismo de los Estados Unidos por manifestarse públicamente a  favor de los derechos de los negros.
  
Nadie entendía. La opinión pública mundial se proyectó a favor de la  velocista pero nada se pudo hacer. Wilma, con apenas 23 años, se vio lejos de  las pistas por el solo hecho de expresarse libremente contra el racismo.
 - Tienes buena figura, puede convertirte en modelo.
 Y en modelo se convirtió. Su cuerpo, casi perfecto, le pronosticaba un futuro  promisorio, pero nuevamente la suerte le dio la espalda. Un accidente  automovilístico destruyó su nueva profesión. Sus piernas, las mismas que la  llevaron a la gloria olímpica sufrieron 10 intervenciones quirúrgicas, quedando  en ellas las cicatrices que ese tipo de tratamiento deja.
 
 El final de “La Gacela Negra” había llegado. No podía correr, no podía  modelar, no tenía para la manutención de sus 3 hijos…
 Cuentan que un matrimonio paseaba por la quinta avenida de Nueva York y una  muchacha de apenas 25 le salió al paso. Llevaba en sus manos 3 medallas con el  logotipo de los Juegos Olímpicos de Roma’ 1960:
 - ¿Me las compran?
 La pareja se detuvo extrañada. El rostro de la chica era familiar, el triste  rostro que imploraba clemencia era conocido, pero… ¿De dónde?
 - Son las 3 medallas de oro que gané hace 5 años en los Juegos Olímpicos de  Roma en 100 y 200 metros planos y en el relevo 4×100. Las vendo para que mis  hijos no mueran de hambre. ¿Me las compran?
 - ¿Tú eres “La Gacela Negra”?- preguntó el señor sorprendido en extremo.
 Wilma no contestó, solo rompió a llorar.
  
Wilma Rudolph, “La Gacela Negra”, falleció el 12 de noviembre de 1994, con  solo 54 años, de un cáncer cerebral. Murió en la extrema pobreza, aunque rodeada  del cariño de sus hermanos e hijos. En 1996, 2 años después de su partida  definitiva, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Atlanta, los llamados  Juegos del Centenario, fue nombrada entre las grandes estrellas del deporte  mundial.
 
 Su imagen fue proyectada en el estadio y la reacción de los 100 mil presentes  fue ponerse de pie, hacer un minuto de silencio y luego otorgarle una cerrada  ovación. Fue el sencillo homenaje que el respetable ofreció a la primera mujer  que ganó 3 medallas de oro en unos Juegos Olímpicos y que sufrió las injusticias  del racismo estadounidense.
http://supay-666.blogia.com/2010/061701-xvii-juegos-olimpicos-roma-1960-curiosidades-grandes-heroes-del-deporte-en-la-hi.php#comentarios
 
Wilma Glodean Rudolph nació en         Clarksville, Tennesee, el 23 de junio de 1940, en el seno         de una prolífica familia: era la vigésima de veintidos         hermanos. Sus padres, Ed y Blanche Rudolph, eran gente         honesta y trabajadora, pero eran muy pobres. Wilma fue un bebe prematuro y al nacer pesaba menos de dos kilos.         Además la segregación racial impidió que Wilma y su         madre fueran atendidas en el hospital local, ya que solo estaba para los blancos.
 Finalmente logró sobrevivir, pero su infancia estuvo plagada de         enfermedades: sarampión, paperas, escarlatina, neumonía         doble, y finalmente, antes de cumplir los cinco años, la         poliomelitis dejó su pierna izquierda paralizada. El         médico le dijo a sus padres que no volvería a caminar,         ya que no existía una curación para esta enfermedad.
 Sus padres no se dieron por vencidos, y la llevaron al Meharry         Hospital, un hospital de la Universidad Fisk en         Nashville, a unos 70 kilómetros de donde ellos vivían.         La madre de Wilma la llevaba hasta allí dos veces por         semana para hacer rehabilitación, y lo hizo durante dos         años, hasta que finalmente Wilma pudo caminar con ayuda         de una abrazadera de metal en su pierna. A partir de ahí         pudo seguir haciendo los ejercicios su propia casa.
 Todos sus hermanos y hermanas la ayudaron mucho en esta epoca         dificil para ella, y le dieron animos para ser fuerte y         trabajar para recuperarse del todo. Finalmente a los 12         años pudo caminar con total normalidad, sin usar         muletas, ni aparatos ortopédicos ni nada.
 A causa de no poder caminar Wilma Rudolph no acudió a la escuela         como los demás niños hasta los siete años. Hasta         entonces le llevaban las tareas a casa para que pudiera         seguir el ritmo. Cuando por fin acudió a las clases,         tuvo que sufrir las burlas de sus compañeros por llevar un aparato ortopédico.
 Precisamente en 1947 las escuelas de los estados sureños fueron         segregadas, y los estudiantes negros y blancos debían         asistir a escuelas separadas. Aunque los negros pagaban         los mismos impuestos que los blancos, sus escuelas         estaban mucho peor financiadas y eran muchisimo peores,         teniendo menos libros, profesores, aulas y materiales.
 Cuando iba al instituto, el Burt High School, Wilma siguió el         ejemplo de su hermana mayor Yolanda y empezó a jugar al         baloncesto, deporte en el que destacó, llegando a ganar         el campeonato escolar del estado de Tennessee. Tambien         empezó a participar en carreras de pista, donde ganaba casi siempre.
 Cuando tenía 15 años conoció a Ed Temple, que por esa epoca         era entrenador del equipo de atletismo de la Universidad         Estatal de Tennessee, y que fue el descubridor del enorme         potencial de Wilma Rudolph para las pruebas de velocidad.         A partir de ese momento empezó a entrenar con él, pese         a que Wilma aun iba al instituto.
 Su progresión fue tan espectacular, que con solo 16 años         logró clasificarse en los trials de Seattle para         competir en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956,         donde participó en los 200 metros y en los relevos 4 x         100 metros. Fue el miembro más joven del equipo         norteamericano de atletismo en esos Juegos. En los 200         metros no logró clasificarse para la final, pero en la         prueba de relevos logró su primera medalla olímpica, al         acabar en tercera posición, detras de Australia y Gran         Bretaña. El equipo de Estados Unidos lo formaban por         este orden Mae Faggs, Margaret Matthews, Wilma Rudolph e Isabelle Daniels.
 
 
 
 
 
 Tras acabar el instituto, en 1957 recibió una beca para ir a         la Universitad Estatal de Tennessee, donde tenía a Ed         Temple de entrenador. Wilma se convirtiría en la mejor         velocista del mundo en esos años, aunque en 1958 tuvo         tiempo para ser madre de una niña, Yolanda.
 En los Juegos Panamericanos de 1959 celebrados en Chicago, fue         segunda en los 100 metros y oro en los relevos 4 x 100.         Ese año tambien consiguió ganar su primer título de         campeona de Estados Unidos en 100 metros, que ganaría         tres veces más (1960, 61 y 62). En 1960 ganó su único         titulo nacional de 200 metros.
 La competición de su vida fueron los Juegos Olímpicos de         Roma 1960, donde logró subir a lo más alto del podio en         tres ocasiones. En los 100 metros lisos se impuso por         tres décimas a la británica Dorothy Hyman. En la final         de 200 metros batió por cuatro décimas a la alemana         Jutta Heine. El tercer oro le llegó a través del relevo         4 x 100 metros, junto a sus compañeras Martha Hudson,         Lucinda Williams y Barbara Jones, que establecieron un         nuevo record mundial con 44.4
  
 Roma 1960 - Final de los 100 metros. Oro para  Wilma Rudolph (calle 3), plata para la
británica Dorothy Hyman (calle 2) y bronce para la  italiana Giuseppina Leone (calle 6)
  
 Roma 1960 - Final de los 100 metros
  
 Roma 1960 - Podium de los 100 metros
(I-D) Dorothy Hyman, Wilma Rudolph y Giuseppina Leone
  
 Roma 1960 - Wilma Rudolph saliendo de tacos
  
 Roma 1960 - Final de los 200 metros. Oro para  Wilma Rudolph (calle 1), plata para la alemana
occidental Jutta Heine (calle 5) y bronce  para la británica Dorothy Hyman (calle 4)
  
 Roma 1960 - Jutta Heine felicita a Wilma Rudolph tras su victoria
  
 Roma 1960 - Podium de los 200 metros
(I-D) Dorothy Hyman, Wilma Rudolph y Jutta Heine
  
 Roma 1960, Final de Relevos 4x100 metros. Wilma Rudolph
  
 Roma 1960, relevos 4x100 metros. El cuarteto de Estados Unidos
(I-D) Wilma Rudolph, Lucinda Williams, Barbara Jones y Martha Hudson
 
 
 
 
 
 
 Wilma Rudolph posa con sus tres medallas de oro
 
 
 Era la primera mujer norteamericana en ganar tres medallas de         oro en una misma olimpiada. Tras su victoria fue recibida         en el Vaticano junto al resto del equipo de EEUU por el papa Juan XXIII.
 Tras regresar de los Juegos convertida en una heroína         nacional se celebró un desfile de bienvenida en su         ciudad natal, Clarksville, en el que participaron negros         y blancos sin ninguna segregación, en contra de lo que         era habitual. El desfile de homenaje a Wilma Rudolph se         recuerda como el primer acontecimiento multirracial que         se llevó a cabo en esta ciudad.
 Ella se comprometió además a participar en todas las protestas         que se hicieran hasta acabar con las injustas leyes de         segregación racial que imperaban en el Sur.
 Tras los Juegos de Roma siguió compitiendo a gran nivel. En 1961         participó en una gira por diversos países de Europa,         donde tenía muchísimos fans. Los franceses la llamaron         ’La Perle Noire’, y los italianos ’La Gazella Nera’.
 
 
 
 Wilma Rudolph durante una competición en         el Madison
Square Garden de Nueva York (17 Feb. 1961)
 
 
 
 Recibida en la Casa Blanca. Wilma Rudolph, acompañada por su madre, habla con el
presidente John F. Kennedy y el vicepresidente Lyndon Johnson (14 de abril de 1961)
 
 
 
 En una             cafetería de la TSU está Wilma Rudolph junto al             boxeador
Cassius Clay y al saltador de longitud Ralph Boston (1961)
 
 
 Precisamente en esta gira consiguió igualar en Moscú el record         mundial de 100 metros con 11.3 y cuatro días más tarde         logró batirlo en Stuttgart, donde hizo 11.2,         convirtiendose en la mujer más rapida del mundo sin         discusión. Ese año 1961 recibió el Sullivan Award, el         premio más importante que se concede en Estados Unidos al mejor atleta del año.
 En 1962 y pese a tener solo 22 años, El racismo del gobierno obliga a sacarla a que se retire del         atletismo y la sacan del equipo olimpico, POR ESTAR PUBLICAMENTE EN CONTRA DEL RACISMO Y LA SEGREGACIÓN! 
Su despedida fue en un encuentro atlético         entre Estados Unidos y la Unión Soviética que tuvo         lugar en las instalaciones de la Universidad de Stanford.         Allí Wilma ganó en los 100 metros y en los relevos 4 x 100 m.
 Posteriormente se dedicó a luchar por la igualdad de la comunidad         afroamericana estadounidense y por la integración de la         mujer dentro del mundo del deporte, así como ayudar a         los jovenes de las barriadas pobres.
 En 1963 fue elegida como como embajadora de buena voluntad en los         Juegos de la Amistad celebrados en Dakar, Senegal.
 También en 1963 se casó con Robert Eldridge, su novio desde el         instituto, y con él ya había tenido una hija llamada         Yolanda en 1958. Tuvieron otros tres hijos: Djuanna         (1964), Robert Jr. (1965), y Xurry (1971). Más tarde se divorciaron.
 
 
 
 Wilma             Rudolph con sus tres hijos Yolanda, Djuana y
Robert             en el aeropuerto de Nashville (1969)
  
Posteriormente vivió en diversos lugares como Indiana, Maine o Detroit,         donde trabajaba de entrenadora. Tambien la llamaban de         muchas escuelas y universidades para que fuera a dar         charlas y conferencias, e hizo de comentarista deportiva para la televisión.
 En 1967 el vicepresidente Hubert Humphrey la invitó a participar en         un programa llamado "Operation Champion",         dedicado a promover la practica del deporte entre los         jovenes de los ghettos de las grandes ciudades.
 
 
 
 Imagen             de 1978 durante una cena homenaje en la TSU. Sentados             están
el entrenador Ed Temple y Wilma Rudolph. De             pie están Wyomia Tys y
Edith McGuirre, junto al             rector de la TSU Frederick Humphries
 
 
 También puso en marcha la Fundación Wilma Rudolph, dedicada a         ayudar a los jovenes a traves del deporte, dandoles         entrenamiento gratuito y organizando competiciones.
 En 1977 publicó su autobiografía, titulada "Wilma Rudolph         on track", que tuvo bastante éxito. Basándose en         ella, la cadena NBC hizo una película para la         televisión titulada "Wilma", y donde el papel         protagonista lo interpretaba la actriz Shirley Jo Finney.         Como curiosidad decir que un joven de 18 años llamado         Denzel Washington debutó como actor en esta película,         haciendo del marido de Wilma, Robert Eldridge.
 
 
 Florence Griffith-Joyner y Wilma Rudolph
 
 
 Wilma pasó sus ultimos años dedicada a trabajar en su         Fundación de ayuda a los chicos con problemas, y         recibió todo tipo de premios y homenajes.
 La vida de Wilma Rudolph se truncó prematuramente el 12 de         noviembre de 1994, con solo 54 años, a causa de un tumor         cerebral. Murió en su hogar de Nashville, tras haber         pasado los ultimos meses en varios hospitales desde que         le fue diagnosticada la enfermedad.
 
 
 
 
 17 de             febrero de 1994. Wilma Rudolph fue despedida en             Clarksville
con todos los honores de una heroína             nacional y un ejemplo para
la juventud. Abajo su hija             Yolanda con una foto de su madre
 
0 comentarios