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Los soldados israelíes que se niegan a matar inocentes en Gaza -- Masacre en Gaza: acusan a Israel de usar bombas de fósforo blanco...(gracias a http://blogs.20minutos.es/enguerra/)

Los soldados israelíes que se niegan a matar inocentes en Gaza

En nuestro último viaje a Israel pudimos entrevistar a soldados hebreos que, arrepentidos de las acciones que habían realizado contra la población palestina, decidieron levantar la voz creando la organización Breaking the Silence.

Historia tras historia de maltrato y vejación a los habitantes de Gaza y Cisjordania. Palizas, abusos, burlas, detenciones arbitrarias. Para que nadie dude de sus palabras emplean las fotografías que se sacaban - imágenes que resuenan a las que los soldados estadounidenses se hicieron en Abu Graib - y que exponen por todo Israel.

Lo que buscan es concienciar a la población israelí de que no se trata de hechos aislados, sino de la lógica misma del Tsahal, de la manera en que han actuado todos los ejércitos de ocupación a lo largo de la historia: diseminando la humillación, la opresión y el terror entre los ocupados, que siempre los superan en número y en voluntad de lucha (ya que pugnan por su libertad).

La mejor defensa de Israel: terminar la ocupación

También existen soldados que se niegan de lleno a formar parte de las actividades castrenses. Se los conoce como refuseniks (sarvanim, en hebreo). Algunos de ellos son miembros de Courage to Refuse.

Organización que surgió en el año 2002 a raíz de una carta redactada por el capitán David Zonshein y el teniente Yaniv Itzkovits, ambos miembros de una unidad de elite con más de ochos años de experiencia en el Líbano y los Territorios Ocupados. Una misiva valiente, lúcida, que fue firmada por más de cincuenta soldados y oficiales.

“Nosotros, que entendemos que el precio de la Ocupación es la pérdida del carácter humano del IDF y la corrupción de toda la sociedad israelí. Nosotros, que sabemos que los Territorios no son parte de Israel, y que todos los asentamientos deben ser evacuados. Declaramos que no vamos a seguir luchando esta guerra por las colonias. No vamos a seguir luchando más allá de las fronteras de 1967 para dominar, expulsar, matar de hambre y humillar a todo un pueblo”.

Al día de hoy, la organización cuenta con 628 integrantes, de lo que 280 han sido juzgados por cortes marciales y han pasado hasta 35 días en la cárcel. Hecho este, que implica una importante renuncia. No por el tiempo que permanecen en prisión, sino porque el Ejército es el sitio en el que se forja y cohesiona la sociedad israelí. Y una mancha en el expediente significa convertirse en un paria, en un traidor, de cara a futuras oportunidades laborales y tantos otros aspectos de la vida en Israel.

En la ofensiva del año 2006 contra Gaza también levantaron la voz, y publicaron un anuncio en el periódico Yedioth Ahronoth en el que se leía:

“Los disparos y bombardeos del IDF en Gaza contra zonas residenciales densamente pobladas son crímenes de guerra que destruyen la seguridad y la moralidad de Israel. La verdadera seguridad nunca se va a conseguir matando a niños. Es el deber y la obligación de cada soldado del IDF negarse a derramar la sangre de inocentes”.

La semana pasada, después del bombardeo de la escuela de la ONU, los miembros de Courage to Refuse difundieron una misiva similar en el periódico Haaretz. Hasta el momento, son ocho los reservistas que han respondido a este llamado a la sensatez y la verdad. El pasado lunes, uno de ellos recibió una condena de 14 días de prisión por ello. Desde entonces, sus compañeros no han dejado de manifestarse en las calles.

"El mundo está de acuerdo con nosotros"

Los primeros actos de insubordinación se remontan al año 1970, cuando un grupo de estudiantes envió una carta a la ministra Golda Meir expresando sus reservas en relación a la ocupación de Gaza y Cisjordania. De allí saldría, años más tarde, el movimiento conocido como Shministim, que está compuesto por estudiantes del último curso que se niegan a realizar el servicio militar en los Territorios Ocupados.

Pero el movimiento más potente de todos es Yesh Gvul ( que en hebrero quiere decir “todo tiene un límite”). Surgió en 1982, durante la invasión del Líbano que terminaría con la vida de millares de inocentes. La petición de no participar en la ofensiva, que se entregó a Ariel Sharón, contó con más de tres mil firmas de reservistas.

Entre los refuseniks más destacados está Adam Keller, que en 1988 escribió con aerosol en 117 tanques: “Soldados del IDF, negaros a ser ocupantes y opresores”. Fue condenado a tres meses de prisión.

Tras volver de una misión de “asesinato selectivo” en Gaza, el piloto Yonatan Shapira comprendió que acababa de cometer un crimen de guerra. Para terminar con la vida de Salah Shehadeh, había lanzado desde su F16 una bomba de una tonelada sobre la vivienda del líder de Hamás. Catorce personas habían muerto. Entre ellas, nueve niños.

Entonces escribió una carta a los medios, que firmó con 27 de sus compañeros en septiembre de 2007. Se lo acusó abiertamente de traidor y fue dado de baja de las fuerzas armadas. En una entrevista en televisión, la gente votó mayoritariamente en su contra. “Los espectadores no están de acuerdo con vosotros”, le dijo el periodista. “La mayor parte del mundo está de acuerdo con nosotros”, contestó él.

Masacre en Gaza: acusan a Israel de usar bombas de fósforo blanco

En julio de 2006, cuando estábamos en Gaza, nos hicimos eco en este blog de las denuncias realizadas por los médicos del hospital Al Shifa. Los profesionales del principal centro sanitario de la franja afirmaban que algunos pacientes presentaban heridas que les eran desconocidas. Heridas ausentes de metralla, que amputaban de raíz los miembros y que destruían los órganos internos de las víctimas. Denuncia que acompañamos con testimonios y fotografías.

Dos meses más tarde, gracias a la labor de un equipo de reporteros de la RAI (dirigido por el periodista Maurizio Torrealta, que en 2004 había denunciado la utilización de bombas de fósforo por parte de la artillería estadounidense en el cerco de Faluya), se pudo saber de qué clase de armamento se trataba.

Este equipó logró sortear los controles del paso de Erez pasar sacar secretamente de Gaza las muestras que luego fueron analizadas en la universidad de Padova, y que permitieron llegar a la conclusión de que se trataba de armamento tipo DIME (Dense Inert Metal Explosive, "explosivo de metal denso inerte").

Diseñada para reducir los daños colaterales concentrando toda la energía de la explosión en un radio reducido, de allí las terribles mutilaciones, esta munición también tendría efectos cancerígenos debido a la presencia de tungsteno (conocido asimismo como wolframio).

Marc Garlasco, de Human Rights Watch, criticó el desarrollo de este nuevo armamento por parte del US Air Force Resarch Lab, ya que tiene como finalidad su utilización en zonas altamente pobladas.

Denuncias anteriores contra Israel

Al mismo tiempo, en el otro frente abierto, la guerra en Líbano contra Hezbolá, se sucedían acusaciones similares contra el IDF, aunque la lista resultaba mucho más extensa aún:

. Bombas de fósforo: la llamada de atención la dieron los médicos libaneses ante las quemaduras que presentaban los heridos en los hospitales. Al principio, los portavoces israelíes afirmaron que sólo se habían empleado para marcar objetivos enemigos.

Finalmente, en octubre de 2006, el ministro hebreo para relaciones con el parlamento, Jacob Edery, confirmó que las bombas fueron lanzadas "contra blancos militares en campos abiertos".

. Bombas de racimo: en un primer momento las autoridades israelíes también negaron el empleo de bombas de racimo. Sin embargo, el testimonio recogido por Haaretz de un comandante de la unidad de MLRS (Sistema de Lanzamiento Masivo de Proyectiles), que afirmó que el ejército había lanzado 1.800 cohetes esparciendo 1,2 millones de bombas de racimo, permitió descubrir la mentira. "Lo que hicimos allí fue una locura, algo monstruoso", declaró.

Quizás lo más estremecedor de la denuncia es que el 90% de las bombas de racimo que anegaron suelo del sur de Líbano fueron lanzadas durante los últimos tres días de combate, cuando ya se sabía que iba a entrar en vigor la resolución 1701 de Naciones Unidas.

Bombas que se sumaron a las 400 mil minas antipersona dejadas por Israel tras su salida del Líbano en el año 2000, y que en este blog pudimos acompañar a los artificieros internacionales a desactivar.

Resulta asimismo importante recordar que Israel no se ha sumado al reciente tratado internacional firmado en Dublín que prohíbe esta clase de armamento.

. Uranio: Robert Fisk, ante los rastros de radiación encontrados en el terreno por el Comité sobre Riesgos de Radiación de la Unión Europea en la localidad de Jiam (base de la infame cárcel israelí en la que se ejercía la tortura), y posteriores análisis de los laboratorios Harwell de Inglaterra, se preguntaba en The Independent qué clase de nuevas bombas de uranio había usado Israel en Líbano.

Su denuncia traía a la memoria el empleo por parte de EEUU y Gran Bretaña de misiles con uranio empobrecido durante la Primera Guerra del Golfo, en 1991, que provocaron una plaga de cáncer que se extendió por el sur de Irak (y que, para sorpresa de todos, volvieron a ser empleadas durante la invasión de 2003, aunque a menor escala).

La misma historia

Hoy, la historia se repite: una vez más Israel es acusado de emplear armamento que no se adapta a la lógica bélica del escenario en que es empleado, y que pone en riesgo la seguridad de los civiles, violando así la Convención de Ginebra.

Y otra vez es Marc Garlasco, antiguo asesor del Pentágono y actual asesor en temas militares de Human Rights Watch, cuyos informes hemos citado tantas veces en este blog, quien se ha desplazado al terreno para recabar la información de primera mano sobre el uso, en este caso, de bombas de fósforo por parte del IDF sobre Gaza.

"No entiendo esta controversia. Nosotros vimos cómo los artificieros las tenían listas para lanzarlas sobre Yabalia. Eran de fabricación americana, de 155 mm. Y después las vimos explotar en el cielo", afirmó en Al Jazeera como respuesta a los portavoces israelíes que no negaban ni confirmaban el empleo de esta munición.

Por otra parte, Sheera Frenkel, periodista de The Times, identificó también obuses de fósforo blanco entre los que los tanques israelíes disparaban sobre Gaza. Específicamente: el modelo M825A1, que se trata de una versión fabricada en EEUU por Chamberlain Corporation y que reemplaza a la familia M110.

Además, en su artículo, señala que el médico noruego Mads Gilbert, que se encuentra en el hospital Al Shifa de Gaza, se muestra convencido de que Israel está empleando nuevamente la munición de tipo DIME, según la fisonomía de las heridas que presentan los pacientes a los que asiste.

Antecedentes y debate del WF

El fósforo blanco es un alótropo común del elemento químico fósforo que ha tenido un uso militar extenso como agente incendiario. Puede servir tanto para crear cortinas de humo que permitan ocultar a las propias tropas, como para atacar al enemigo, dado que produce terribles quemaduras que llegan al hueso dañando órganos internos como el corazón, el hígado o el riñón.

Se estrenó en la primera guerra mundial. En Vietnam se lo conocía como "Willy Peter" (WP: white phosphorus). Saddam Hussein lo lanzó en su ataque químico contra la ciudad kurda de Halabja, en 1998. Y los EEUU contra la ciudad de Faluya en 2004.

La Convención sobre Armas Química de 1993 no lo prohíbe, ya que considera que su finalidad última es el camuflaje debido a que al ser disparado con obuses produce una nuble blanca e incandescente. Por lo que se trataría de un arma legal para el Derecho Internacional.

Sin embargo, el Tercer Protocolo de la Convención sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas Convencionales, firmado en 1980, establece que el fósforo blanco no puede usarse como arma de guerra en contra de poblaciones civiles.

En este sentido, The Times cita a Charles Heyman, experto militar y ex mayor del ejército británico, que declaró que “quienes hayan lanzado fósforo blanco deliberadamente contra civiles pueden terminar siendo juzgados por el Tribunal de La Haya. El fósforo blanco también es un arma utilizada para infundir terror, pues las partículas de fósforo que caen, arden cuando entran en contacto con la piel.”

Permitir la investigación

El empleo de Israel de este tipo de armas en zonas pobladas tiene una larga historia. Además de 2006, las empleó en 1982, también en Líbano. Hecho que negó hasta que las investigaciones periodísticas demostraron lo contrario. "Vi a dos bebés muertos que, cuando los sacaron de la morgue en Beirut Occidental durante el asedio israelí a la ciudad, repentinamente se prendieron en llamas", recuerda Robert Fisk.

En el caso de Gaza, al tratarse de un lugar superpoblado, con la mayor densidad poblacional de Oriente Próximo, su uso resulta censurable. Se trata, sin dudas, de un arma creada para la guerra convencional, como las bombas de racimo, y no para los escenarios bélicos actuales.

“Sólo se debería usar en lugares abiertos. Cuando el fósforo blanco cae no distingue entre civiles y militares”, señaló también Marc Garlasco, que pidió al gobierno de Israel que “deje entrar a los periodistas y a los miembros de Human Rights Watch a la franja de Gaza para poder investigar”.

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