Cien años con Arguedas - Arguedaspa, los medios, los gobiernos y los grupos de poder de la derecha quieren olvidarte, pero tu siempre estas presente, maestro. ...http://www.diariolaprimeraperu.com/online/

Antropólogo comprometido con la causa indígena, Rodrigo Montoya presentará mañana su libro “Cien años del Perú y de José María Arguedas (1911-2011)”, editado por la Universidad Ricardo Palma.
 En él, el autor se responde las siguientes preguntas, entre otras: ¿Qué  país recibió, vio, sintió y sufrió José María Arguedas?, ¿cuáles fueron  los cambios más importantes luego de las tomas de tierras y las reformas  agrarias entre 1960 y 1969?, ¿por qué se sigue llamando indigenista a  Arguedas a pesar de que él rechazó con firmeza ese adjetivo?, ¿es la  novela “Todas las sangres” “emblemáticamente reaccionaria y  tradicionalista”, “tal vez la peor de sus novelas” y fue Arguedas “un  gran escritor primitivo”, como sostiene Mario Vargas Llosa?
Aquí van algunas respuestas.
—¿Qué país recibió, vio, sintió y sufrió José María Arguedas?
—Recibió  un país fracturado, tremendamente hostil para el mundo indígena,  marcado por el racismo, por el poder omnívoro de los hacendados. Él  sintió esa realidad desde niño, no tanto en sí mismo, porque él no  padeció hambre, no tuvo pobreza, pero la sintió en los comuneros, en los  niños que estudiaban con él; vio de cerca el abuso de los patrones. A  partir de esa experiencia, Arguedas sacó una conclusión que aparece en  el relato “Los escoleros”, del libro “Agua”. El narrador, un niño, dice  que se mueran los principales de todas partes, los hacendados, los  terratenientes, los gamonales. Eso fue una especie de horizonte para  Arguedas, a lo largo de su vida.
—¿Cuáles fueron los cambios más importantes luego de las tomas de tierras y las reformas agrarias entre 1960 y 1969?
—El  primer gran cambio fue la desaparición de los hacendados de horca y  cuchillo, desaparecieron los siervos de hacienda, los yanaconas de la  costa…; y la burguesía agraria sintió un rudo golpe; no desapareció,  pero la sacaron del campo. Con estas tomas de tierra y estas reformas  agrarias, los campesinos y obreros agrícolas iniciaron un largo proceso,  que no ha terminado, por la defensa de sus derechos. El derecho a la  tierra fue lo primero que se conquistó, y abrió el camino para  conquistar el derecho a la ciudadanía, el derecho de género, el derecho a  ser oído y ser consultado. Los derechos suceden a partir del primero,  que fue el derecho a la tierra. Arguedas le escribió cartas a Hugo  Blanco y a Francisco Igartua, director de la revista Oiga, donde les  confesó su alegría de que las tomas de tierras y la reforma agraria de  Velasco Alvarado devolvieran a los llamados indios su tierra y dignidad. —Aunque la Reforma Agraria haya sido nefasta.
—Aunque la Reforma Agraria haya sido nefasta.
—Fue  mala porque los trabajadores, los obreros asalariados se aumentaron los  sueldos y quisieron vivir como vivían los patrones; les cobraron la  revancha y trabajaron menos. Bajaron de ocho horas a 2 las horas de  trabajo, porque antes se trabajaba de manera obligada, a la mala, con  personas especializadas para rastrear y seguir a los trabajadores.
—¿Por qué se sigue llamando indigenista a Arguedas a pesar de que él rechazó con firmeza ese adjetivo?
—Por  el racismo general del país, por el racismo de los tiempos modernos y  por la discriminación de la literatura llamada moderna. Arguedas nunca  se reclamó indigenista porque se creó dentro de la cultura quechua, no  venía de afuera. Indigenistas son quienes hablan desde afuera.  Mariátegui fue llamado indigenista, pero no lo fue, aunque fue uno de  los primeros en olfatear que la actitud indigenista era saludable,  que abría un horizonte de respeto. El indigenismo fue un voto desde  afuera en favor de los indios. Hoy, en cambio, el movimiento indígena  tiene sus propios intelectuales, sus propios dirigentes y no necesita de  los indigenistas. Algunos medios señalan como indigenistas a líderes  indígenas, y eso es un absurdo.
Marco Fernández
Redacción

 
       
		
0 comentarios